Incursiones relámpago, estilo Sturmtruppen, en episodios que tuvieron lugar en Andorra y cercanías durante la Guerra Civil española, la II Guerra Mundial y las dos postguerras, con ocasionales singladuras a alta mar, a ultramar y si conviene incluso más allá.
[Fotografía de portada: El Pas de la Casa (Andorra), 16 de enero de 1944. La esvástica ondea en el mástil del puesto de la aduana francesa. Copyright: Fondo Francesc Pantebre / Archivo Nacional de Andorra]

viernes, 27 de marzo de 2015

Samuel Sequerra, el ángel de los Pirineos

El historiador Josep Calvet rescata del olvido el papel del delegado de la Joint Distribution Committee en la acogida a miles de fugitivos judíos que durante la II Guerra Mundial huyeron a través de los Pirineos.

Se llamabab Nanette Fleischmann y Regine Heit. La una, polaca nacida en 1903; la otra, alemana de 1906. Y las dos, judías. Por esta razón, ambas ingresaron el 19 de enero de 1903 en el Santo Hospital de la Seo de Urgel con gravísimas congelaciones; tan graves, y tan mal tratadas fueron, que al cabo de un mes tuvieron que amputarles los do pies. A Nanette y a Regine. Desconocemos cómo llegaron a la Seo, pero es muy probable que con alguna de las numerosas expediciones de fugitivos que aquellos días cruzaban la frontera de norte a sur y pasando por Andorra. Esta fue la ruta que había seguido el marido de Nanette, Siegfried, con otros tres compañeros y camino de la Seo, en una peripecia que ya hemos relatado aquí mismo y en la que fueron engañados, expoliados y abandonados por los guías. Aunque por lo menos sobrevivieron; otros, ni eso.

El caso de Nanette y de Regine es tan solo uno de los que recoge el historiador leridano Josep Calvet en Huyendo del Holocausto. El mismo Calvet, seguro que lo recuerdan, que días atrás reconstruïa documentalmente en periplo de Carla Kimhi y de su familia, los Bernson. Pero si nos hemos detenido precisamente en estas dos fugitivas es porque en junio de 1943 fueron trasladadas desde la Seo hasta la clínica del doctor Pi i Figueras en Barcelona, eminencia de la cirugía de la época, gracias a los buenos oficios de Samuel Sequerra, que en cuanto supo del caso de nuestras dos protagonistas de hoy, se fue hasta la Seo y se las llevó inmediatamente.

¿Sequerra? Sí, hombre, el gran olvidado de la epopeya de los pasadores y la figura clave, sostiene Calvet, para entender la supervivencia de los miles de fugitivos judíos -el historiador calcula que entre 4.000 y 6.000, solo para los Pirineos leridanos- desfilaron entre 1943 y 1944 por Viella, Sort, La Seo, Lérida y finalmente, Barcelona (o Madrid, como en el caso de los Bernson). Nacido en 1913 en Faro (Portugal), Sequerra era un economista -judío, por supuesto- que trabajaba para el gobierno portugués y que en noviembre de 1941 desembarca en Barcelona con el cargo oficial de delegado de la Cruz Roja portuguesa -una tapadera- pero con el objetivo real de abrir una sede de la American Joint Distribution Committee (JDC), organización de ayuda a los refugiados judíos sufragada con fondos de sus correligionarios norteamericanos. La fijó en el hotel Bristol, entonces en la plaza de Cataluña y epicentro de una frenética actividad. Hasta que las oficinas, que ocupaban toda una planta del hotel, fueron asaltadas el 18 de julio de 1944 por un grupo de falangistas y Sequerra y los suyos tuvieron que emigrar al vecino Paseo de Gracia.

Héroe busca biógrafo
Entre estas localidades, y como hemos visto en el caso de Nanette, se encontraba la Seo, así que Calvet cree más que probable que Sequerra protagonizara alguna incursión andorrana para comprobar in situ las condiciones de sus fugitivos en el Principado. De hecho, uno de los judíos que efectivamente cruzó a través de Andorra la frontera, el austríaco Franz Glück -encontrarán su peripecia en el libro- se quedó en Barcelona trabajando a las órdenes de Sequerra, así que nuestro hombre conocía la importancia de la estación andorrana en el tinglado de los pasadores. ¿En qué consistía el trabajo de Sequerra y las dos decenas de hombres y mujeres que integraban la JDC? Según Calvet, mantenían un contacto continuo con los hoteles de los pueblos de frontera, que les informaban de la llegada de una expedición y estaban autorizados a alojar por cuenta de la JDC a cualquier apátrida que recogieran. Una vez informado de la llegada de un grupo, Sequerra los recogía, pagaba la cuenta y se los llevaba a Barcelona, donde buscaba alojamiento temporal para una gente que, como los Bernson, llegaban al final de la escapada con lo puesto. La JDC abonaba 23,50 pesetas diarias por persona entre alojamiento, manutención y dinero de bolsillo. Además, gestionaba los permisos para abandonar el país y organizó los primeros grandes convoyes de refugiados judíos que zarparon hacia Palestina, como el que en enero de 1944 salió de Cádiz con los Bernson a bordo.

Sequerra era un todoterreno, sabía con quién estaba tratando y no dudaba en sobornar a guardias, policías y si convenía, incluso gobernadores civiles. Cuenta Calvet que ideó una hábil argucia para evitar que los refugiados judíos en edad militar acabaran en el campo de refugiados de Miranda de Ebro: "A partir de un cierto momento, todos los judíos detenidos en España tuvieron menos de 18 o más de 40 años; y como tenía a las autoridades en nómina, funcionaba". Con este expediente, lo más sorprendente de todo es el absoluto desconocimiento del papel prominente de este portugués discreto en el capítulo de los pasadores de la II Guerra Mundial. El hecho de ser judío, advierte Calvet, le impide ser reconocido Justo entre las Naciones -como el Schindler de Spielgberg, o como el embajador Sanz Briz, biografiado por Arcadi Espada en En el nombre de Franco- pero esto no explica ni el silencio que hasta hoy había caído sobre su figura, ni tampoco el escaso interés de la JDC en rescatar del olvido la memoria de este hombre.

Hasta ahora, claro. En fin, que Sequerra continuó al frente de la JDC de Barcelona hasta 1952, atendiendo a los huérfanos judíos que recalaban en la ciudad y gestionando su traslado a Palestina. Y hay que añadir que lo hizo con la ayuda de su hermano Joel. Gemelos, por cierto. En 1952 dejaron Barcelona y se instalaron en Brasil, para continuar desde allí la labor que habían empezado en España: ahora, acogiendo a los judíos que arribaban a América huyendo del Egipto de Naser. Digamos para terminar que la JDC continúa hoy en activo en Barcelona, dedicada ahora a socorrer a los inmigrantes judíos de la Europa del Este. "Por no tener, se lamenta Calvet, Sequerra no tiene ni la biografía que se merece. Es un olvidado". Pues ahora, por lo menos, ya tiene artículo.

[Este artículo se publicó el 13 de marzo de 2015 en el diario Bon Dia Andorra]

2 comentarios:

  1. Si alguien escribe algún día la biografía de Samuel Sequerra, tengo algunos datos sobre marineros italianos náufragos del acorazado "Roma" que fueron a parar al Campo de Concentración de Miranda de Ebro y fueron liberados y repatriados gracias a su intervención.

    ResponderEliminar
  2. Samuel Sequerra aparece en el libro de Haim Avni que estoy leyendo : "España, Franco y los judíos".

    ResponderEliminar